el pecado

Podemos empezar diciendo que el pecado nos aleja del amor de Dios, el pecado nos desfigura, no físicamente, sino interiormente y no solo nos desfigura a nosotros sino también, a aquel que entrego su vida por ti y por mi en una cruz, Cristo Jesús.

La invitación a la cual estamos llamados es a que con nuestras actitudes y nuestros comportamientos glorifiquemos a Dios, él me necesita, él te necesita, tu y yo somos una herramienta fundamental, la cual debe ponerse al servicio de los demás, solo permítele a Dios que actué por medio de ti y veras grandes cosas.

el amor

Esta es la figura y el modelo del amor perfecto, un hombre que entrego su vida por ti y por mi en una cruz.

Muchas veces hablamos de un Cristo que murió en una cruz, pero se nos olvida que resucito y esta en medio de nosotros, aquí vemos el amor pleno, el amor total.

mi vocación

Quiero comenzar con una frase que me llama mucho la atención "Dios no elige a los capacitados, Dios capacita a los elegidos".
Durante el proceso de mi formación al sacerdocio, he ido comprendiendo que el seminario, antes de ser un proyecto humano, es un don de Dios y por lo tanto exige de parte mía una entrega total, negarme a mi mismo y poder decir algún día como San Pablo "no soy yo quien vivo es Cristo quien vive en mi.
El seminario ha sido la experiencia más bonita y enriquecedora que he tenido del mismo Cristo, donde me ha enseñado que no todo en la vida es color de rosas y mucho menos los caminos de él, donde día tras día me dice: si quieres seguirme toma tu cruz y niégese así mismo.
Esto al principio me causaba pánico, pero ahora entiendo que es Cristo quien actúa en mi, y por eso exclamo "todo lo pudo en Cristo que me fotalece".

propedeutico 2008

seminaristas:

pablo bedoya

cristo te ama

desde este hermoso panorama, podemos vislumbrar la obra de Dios.

Todo nos lo dejo por amor, Dios creó el universo a su imagen y semejanza y vio que todo era bueno.

No se usted como ve el mundo y que uso haces de él, pero si te quiero hacer la invitación a que todo lo mires con ojos de amor y que a pesar de lo que acontezca en tu vida, le des gracias a Dios por la oportunidad que te dio de contemplar sus maravillas.